Daniel Sancho, condenado a cadena perpetua por el asesinato premeditado del cirujano colombiano Edwin Arrieta, enfrenta su segunda Navidad en una prisión tailandesa. Actualmente recluido en Surat Thani, una penitenciaría con mayores restricciones que la cárcel de Koh Samui donde pasó su primera Navidad, el chef español vive una situación cada vez más incierta.
El caso, que ha captado la atención mediática en tres continentes, atraviesa un momento crucial. El 29 de diciembre es una fecha clave para la familia Sancho, ya que tienen hasta ese día para presentar una apelación, dado que la sentencia aún no es definitiva. Es aquí donde entra en juego la figura de la realeza tailandesa, según lo publicado por El Periódico.
La figura de Sirivannavari Nariratana
Sirivannavari Nariratana (Bangkok, 1987), hija del monarca tailandés, no es una figura real convencional. Educada en el Reino Unido y Francia, graduada en artes y diseño, y atleta de élite con una medalla de oro en bádminton, también ha destacado como diseñadora de moda y joyería de lujo. Su presencia internacional y estrecha relación con su padre la han convertido en un referente para la imagen del país en el extranjero.
Aunque la familia real no tiene poder directo sobre los procesos judiciales, su influencia simbólica en Tailandia es significativa. En un sistema donde las opiniones de las altas esferas pueden tener peso, el equipo legal de Sancho podría recurrir a Sirivannavari como último recurso para buscar un indulto real, una decisión que solo puede tomar el Rey Rama X.
Un futuro incierto para Daniel Sancho
A pesar de haber sido condenado a cadena perpetua, existe la posibilidad de que el tribunal tailandés endurezca su sentencia, incluyendo la opción de la pena de muerte, algo que preocupa profundamente a su familia y equipo legal.
Hace unas semanas, la familia de Arrieta presentó una apelación para exigir una mayor compensación económica y prolongar la estancia de Sancho en prisión en Tailandia el mayor tiempo posible. Los abogados de la familia solicitaron formalmente que se le condene a la pena de muerte, aunque aclararon que no desean que esta se lleve a cabo. Según explicaron al medio Infobae España, su objetivo es que Sancho cumpla el mayor número de años posible en Tailandia antes de ser trasladado a España para cumplir el resto de su condena.
Además, criticaron que Sancho aún no ha pagado “ni un solo euro” de los 112,000 euros (4 millones de baths tailandeses) de compensación a los que fue condenado en el veredicto del tribunal de Koh Samui.
La posible influencia de la hija del rey
En este contexto, el papel de Sirivannavari Nariratana podría ser determinante. Aunque no puede intervenir directamente en el proceso, su opinión podría influir en el monarca para otorgar un indulto real. Esta posibilidad ha cobrado relevancia debido a la atención mediática que ha generado el caso y a la necesidad de preservar la imagen internacional de Tailandia.
El tiempo corre hacia el 29 de diciembre, cuando se tomará una decisión crucial sobre el destino de Daniel Sancho. Mientras tanto, su equipo legal trabaja contrarreloj para presentar argumentos que eviten la posibilidad de la pena capital.