10 de noviembre (Reuters) – Julián Álvarez anotó un gol de tap-in tras un contraataque en la segunda mitad, para darle al Atlético de Madrid una victoria por 1-0 sobre el Real Mallorca en LaLiga este domingo, y así lograr su cuarto triunfo consecutivo en todas las competiciones.
Ambos equipos fueron en gran parte inofensivos en ataque durante un partido de ritmo lento, luchando por generar oportunidades de gol, hasta que el Atlético aprovechó un rápido contraataque en el minuto 61.
Giuliano Simeone recibió un largo pase de su portero Jan Oblak, controló el balón con soltura y superó al último defensor en una carrera fabulosa, atrajo al portero de Mallorca, Dominik Greif, y cedió el balón a Álvarez, quien disparó a puerta vacía para anotar.
El Atlético ocupa la tercera posición en la clasificación con 26 puntos, uno menos que el Real Madrid, que está segundo, y a siete del líder Barcelona, que tiene un partido menos, que se jugará más tarde este domingo contra la Real Sociedad.
“Sabíamos que iba a ser difícil, mejoramos un poco en la segunda mitad y nos llevamos tres puntos muy importantes,” comentó Álvarez a DAZN después de anotar su sexto gol con el Atlético desde que firmó en agosto, en un acuerdo con el Manchester City por unos 75 millones de euros más 20 millones en posibles complementos.
“Hoy no creamos tantas oportunidades claras, pero aprovechamos las que tuvimos y mantener la portería a cero también es importante, así que nos vamos contentos.”
“Creo que siempre se puede mejorar, pero me siento muy bien; mis compañeros y el cuerpo técnico me han ayudado mucho para adaptarme lo más rápido posible y busco encontrar mi mejor versión.”
Después de un octubre complicado, en el que el Atlético consiguió solo una victoria en cinco partidos en todas las competiciones, incluyendo derrotas consecutivas en la Liga de Campeones, el equipo buscaba seguir con la buena racha tras su victoria agónica por 2-1 contra el PSG en la Champions a mitad de semana.
Sin embargo, el equipo mostró falta de energía y creatividad en el campo ante un Mallorca que terminó el partido con seis tiros a puerta, en comparación con solo dos del Atlético, que tuvo a Oblak como héroe, realizando paradas espectaculares en ambas mitades.
Oblak hizo una atajada con una mano para desviar un cabezazo a quemarropa de Cyle Larin en el minuto 41, y en el minuto 85, brilló con un esfuerzo reflexivo para bloquear un disparo de Abdon Prats a bocajarro.