El hospital Joan March planea modificar sus protocolos tras el impactante caso de la anciana que fue declarada muerta por error y que “revivió” en la funeraria de Palma. Tras el incidente, el propio hospital inició una investigación interna para esclarecer los hechos, compartiendo toda la información con IB-Salud. Aunque el hospital Caubet cuenta con cierta autonomía, depende funcionalmente del hospital Son Llàtzer, por lo que la gestión del caso recae en esta última institución.
Un error médico sin precedentes
Fuentes cercanas al servicio de salud de las Islas Baleares, citadas por Última Hora, confirman que se trata de un error médico nunca antes registrado en la comunidad. La mujer, de más de 80 años y con graves patologías, presentaba un cuadro clínico de presión arterial extremadamente baja y no respondía a estímulos. Su condición se calificó como nivel 3 en la escala de Glasgow, lo que indica una lesión cerebral severa y ausencia total de consciencia. Por esta razón, el médico certificó su fallecimiento sin realizar un electrocardiograma ni comprobar los signos vitales centrales.
Un hospital especializado en el final de la vida
El hospital Joan March, reconocido por su especialización en cuidados paliativos y procesos relacionados con la muerte, quedó consternado por la noticia. Este centro es conocido por su atención meticulosa tanto a los pacientes mayores como a sus familiares, ofreciendo un acompañamiento humano, emocional y psicológico durante los últimos momentos de vida de sus seres queridos.
En este caso, los médicos notificaron el supuesto fallecimiento a la familia, brindándoles todo el tiempo necesario para despedirse y comenzar el duelo. Sin embargo, el giro de los acontecimientos llegó cuando la anciana mostró signos de vida en la funeraria de Palma.
El sorprendente momento en la funeraria
El pasado viernes, día festivo, ocurrió el incidente. Una vez certificada la muerte por el médico de guardia en el hospital, la funeraria de Palma se encargó del traslado del supuesto cuerpo sin vida. Todo parecía seguir el curso habitual hasta que, al llegar al tanatorio, los trabajadores notaron movimiento en los dedos de la anciana al retirar las sábanas.
Tras el inicial estado de shock, llamaron al SAMU-061, que envió una ambulancia médica al lugar. El médico confirmó que la mujer tenía pulso y ordenó su traslado inmediato al hospital. Aunque su estado sigue siendo muy delicado y débil, el error se atribuye exclusivamente a un fallo médico, descartándose cualquier tipo de investigación policial.
Reacciones y medidas tomadas
Ante este suceso, el equipo del hospital contactó inmediatamente a la familia de la paciente, ofreciéndoles la opción de trasladarla a otro centro si no se sentían cómodos con Joan March. Sin embargo, la familia decidió que la anciana permaneciera en el mismo hospital.
Este incidente ha puesto de manifiesto la necesidad de revisar y reforzar los protocolos en el proceso de certificación de fallecimientos, con el objetivo de evitar que algo similar vuelva a ocurrir. Joan March ya trabaja en implementar medidas más estrictas para garantizar la seguridad y el bienestar de los pacientes.