Los investigadores sospechan que la causa del fallecimiento fue un choque anafiláctico provocado por la anestesia. Actualmente, han abierto un caso contra el cirujano estético y su colega al no encontrar la documentación requerida para la operación en la clínica.
Una joven italiana de 22 años, Agata Margaret Spada, perdió la vida el pasado 7 de septiembre tras someterse a una rinoplastia en una clínica de Roma que había visto promocionada en TikTok. Ahora, el cirujano Marco Antonio Procopio y otro médico de su equipo están siendo investigados por presunto homicidio imprudente. Los investigadores no encontraron ni el consentimiento informado de la paciente ni su historial médico en el centro.
Una decisión trágica influenciada por redes sociales
Agata descubrió al cirujano Marco Antonio Procopio a través de anuncios en TikTok. Tras buscar su número de contacto en Google, se puso en comunicación con la clínica Procopio Medicine and Cosmetic Surgery en Roma para someterse a una operación de nariz. El procedimiento, que costó aproximadamente 2,800 euros en efectivo, se presentaba como una cirugía sencilla y sin mayores riesgos.
El 4 de septiembre, Agata viajó desde su ciudad natal, Siracusa, a Roma junto a su novio para realizarse la cirugía. Sin embargo, todo salió mal rápidamente. Poco después de recibir anestesia local, comenzó a experimentar temblores, náuseas, mareos y, finalmente, cayó en coma. Fue trasladada de urgencia al hospital Sant’Eugenio en Roma, pero, tras tres días en estado crítico, falleció.
Falta de documentos y posibles negligencias
Aunque se espera el resultado de la autopsia, programada para este viernes, la principal hipótesis es un choque anafiláctico. Sin embargo, las irregularidades en el procedimiento y en la clínica han despertado serias sospechas de negligencia médica.
En la clínica no se encontraron documentos clave, como el consentimiento informado firmado por la joven, ni registros relacionados con la cirugía o su historial médico. Tampoco había una placa o señal que identificara la licencia comercial del establecimiento.
Otro punto de investigación es el contenido de la sustancia utilizada como anestesia, que podría ser clave para determinar si se trató de una reacción alérgica violenta. Además, se investiga si a la joven se le realizaron las preguntas necesarias sobre posibles intolerancias antes de administrar la sustancia y si ella misma era consciente de ellas.
Sospechas sobre la legalidad de la clínica
Según medios locales, los investigadores creen que el centro estético no contaba con las herramientas necesarias para manejar emergencias de este tipo. Asimismo, sospechan que la clínica no tenía autorización para realizar operaciones invasivas, como las que publicitaba en su sitio web, y estaba limitada a realizar retoques estéticos temporales.
El novio de Agata, presente en la clínica durante todo el proceso, podría ser una pieza clave en el caso. Al parecer, intentó ingresar al quirófano al notar que algo no estaba saliendo bien. Además, recopiló pruebas en su teléfono móvil, incluyendo un video de los intentos de reanimación de su pareja, que podrían ayudar a esclarecer los hechos ocurridos ese día.
Una tragedia que pone en duda la seguridad de las operaciones estéticas publicitadas en redes sociales
La muerte de Agata Margaret Spada abre un debate sobre los riesgos asociados a las cirugías estéticas promovidas en plataformas como TikTok, así como sobre la regulación de los centros que ofrecen estos procedimientos.