Los Golden State Warriors consiguieron su mayor victoria de la temporada el miércoles en Boston. Pero el viernes por la noche sufrieron su peor derrota, cayendo 136-117 ante los invictos Cleveland Cavaliers. Al inicio, el marcador fue 20-2 después de solo cuatro minutos y medio, luego 60-30 tras 18 minutos, y un desalentador 83-42 al medio tiempo.

El partido comenzó con los Cavaliers demostrando por qué son el único equipo invicto en la NBA. Después de un par de tiros libres de Evan Mobley y un tiro de Andrew Wiggins, Cleveland se desató con una racha de 18 puntos consecutivos. Los cinco titulares anotaron, con un 6 de 8 en tiros y cuatro triples, mientras que los Warriors no podían anotar, perdiendo siete tiros consecutivos.

No solo fallaron en sus lanzamientos, sino que también tuvieron problemas para aprovechar las oportunidades de contraataque. A pesar de forzar errores en Cleveland, no lograban sumar puntos, mientras que Cleveland anotaba sin cesar. En palabras optimistas de Bob Fitzgerald, al menos ganaron el resto del cuarto, 20-19, gracias a los 9 puntos de Jonathan Kuminga.

Para asegurar la ventaja, Cleveland inició el segundo cuarto con una racha de 13-2. Kuminga y Moses Moody encestaron triples para reducir la diferencia a 25 puntos. Fue entonces cuando Ty Jerome, exjugador de los Warriors, se encendió y encestó tres triples en poco más de un minuto, duplicando el marcador 68-34 a favor de Cleveland.

La derrota fue tan aplastante que “Warriors en NBCS”, la cuenta oficial en redes de los Warriors, dejó de publicar clips del partido antes de la mitad del segundo cuarto. Probablemente hasta el administrador de redes sociales estaba agotado de ver el marcador.

Golden State reaccionó en el tercer cuarto anotando 41 puntos, gracias a los esfuerzos de Kuminga y De’Anthony Melton, que sumaron puntos al final del periodo, reduciendo la diferencia de 39 a 29 puntos.

Aunque los Warriors no se rindieron, el equipo acumuló 75 puntos en la segunda mitad, aunque la mayoría fueron contra suplentes de Cleveland. Kuminga lideró con 21 puntos, mientras que Melton y Looney fueron de los pocos que tuvieron un rendimiento positivo, sumando 10 y 9 puntos respectivamente, con Looney registrando también 7 rebotes.

Para Curry y Draymond Green, fue un partido de frustración, señalándose errores mutuamente y mostrando poca intensidad defensiva. Sin embargo, siempre queda un poco de magia cuando Curry está en la cancha, aunque esta vez no fue suficiente.

El juego dejó un sabor amargo después de la gran victoria del miércoles, pero la buena actuación en la segunda mitad devolvió algo de esperanza.

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