Real Valladolid logró avanzar a la siguiente ronda de la Copa del Rey, pero no sin enfrentar grandes dificultades. Necesitaron tiempo extra para hacer valer su condición de equipo de Primera División. Aunque físicamente mostraron superioridad, su fútbol dejó mucho que desear frente a un valiente Real Ávila, que mereció avanzar durante los primeros 90 minutos. Dos jugadas a balón parado mantuvieron con vida al equipo de Álvaro Rubio, destacando un doblete del canterano Adrián Carrión.
Un inicio trabado para ambos equipos
El equipo local fue el primero en atacar, con Mario Rivas desbordando por la banda y enviando un centro que Javi Sánchez despejó con firmeza. Tras este primer intento, Valladolid buscó imponer su control, como se esperaba de un equipo de Primera, pero Real Ávila rompió su ritmo desde el principio. Con Jorge Campos liderando la defensa, los locales se cerraron bien, formando una línea de cinco sin balón.
Sin embargo, Valladolid no tardó mucho en abrir el marcador. En el minuto 13, Anuar realizó una internada que podría haberse señalado como penalti, pero el árbitro no lo concedió. El balón terminó en un córner que Latasa aprovechó para marcar tras un error de despeje de Doumbia, poniendo el 0-1. Después del gol, los visitantes controlaron el juego durante unos minutos, aunque les costó superar la férrea defensa rival.
Real Ávila responde con valentía
A medida que avanzaba el primer tiempo, Real Ávila comenzó a soltarse. Alpha ganó terreno por la banda derecha y Toper cayó en el área sin que el árbitro señalara nada. Aunque los locales no generaron ocasiones claras, su disciplina defensiva y su capacidad para cerrar espacios dificultaron las acciones de Valladolid.
A pesar de algunos intentos aislados, como un disparo bajo de Alberto Martín que Ferreira atajó y un despeje defectuoso de Chasco, Valladolid no logró imponer su dominio. Aunque Latasa intentó generar peligro, apenas inquietó al portero Álvaro de Pablos tras el gol inicial.
El empate de Ávila sacude el partido
El inicio de la segunda mitad trajo una sorpresa. Adrián Carrión, un exjugador de Valladolid, empató el marcador tras aprovechar un error defensivo de Javi Sánchez, quien retrocedió demasiado, rompiendo el fuera de juego. La pasividad de Lucas Rosa y el resto de la defensa permitió al canterano entrar al área y marcar.
Poco después, Carrión completó la remontada en medio de un caos defensivo. Un despeje defectuoso de Torres, una pérdida de duelo de Chasco frente a Alpha y una mala reacción de Ferreira dejaron a Carrión con dos claras oportunidades para marcar dentro del área. En solo nueve minutos, el modesto Real Ávila había puesto en jaque al equipo de Primera, exponiendo sus vulnerabilidades.
Valladolid iguala y fuerza la prórroga
Real Valladolid tuvo un respiro gracias a otro córner en el que Ávila volvió a mostrar falta de contundencia defensiva. Marcos André, recién ingresado al campo, logró el empate. Con el 2-2, ambos equipos parecían conformes con llegar al tiempo extra, ya sea por cansancio o por estrategia.
En los minutos finales del tiempo reglamentario, los visitantes no mostraron la urgencia de un equipo de Primera División. Kike Pérez mejoró algo la posesión del balón, pero la calidad del juego seguía siendo baja, especialmente contra un rival de tres divisiones inferiores.
La prórroga define al ganador
En el tiempo extra, el Real Ávila mantuvo la esperanza e incluso generó peligro. Amath estuvo cerca de resolver el partido con una internada que casi terminó en gol antes del descanso de la prórroga. Sin embargo, el físico comenzó a pesar, y Valladolid aprovechó su superioridad.
Finalmente, Marcos André se mostró decisivo frente al área, y Kike Pérez selló la victoria tras una jugada de Amath que desvió un defensor. Aunque el marcador final benefició a Valladolid, el mérito futbolístico estuvo más del lado de un Real Ávila que luchó hasta el último minuto, demostrando valentía y determinación frente a un rival que solo avanzó por el resultado.