Según lo establecido en la Constitución, solo el presidente del Gobierno puede plantear una moción de confianza tras deliberación del Consejo de Ministros.
Sánchez rechaza la solicitud de Puigdemont
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha descartado someterse a una moción de confianza en el Congreso, una petición presentada el lunes por el exmandatario de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, cuyo partido, Junts, ha llevado esta propuesta al Parlamento.
Desde Bruselas, Puigdemont anunció la presentación de una iniciativa no legislativa en la que insta a Sánchez a plantear una moción de confianza, argumentando que el presidente del Gobierno “sigue demostrando que no es confiable”.
La moción de confianza según la Constitución
La Constitución Española establece que solo el presidente del Ejecutivo puede proponer una moción de confianza, y esto debe hacerse tras una deliberación del Consejo de Ministros. Puigdemont ha reconocido que esta iniciativa no es vinculante, pero defiende su solicitud como una crítica a la falta de voluntad política de Sánchez para implementar “de manera completa y ágil” los acuerdos alcanzados con Junts hace poco más de un año, entre ellos la amnistía.
Según Puigdemont, esta situación ha impedido la construcción de una base de confianza necesaria para el resto de la legislatura. A pesar de la propuesta de Junts, fuentes del Gobierno aseguran que Sánchez no tiene intención de atender esta solicitud ni considera necesario plantear una cuestión de confianza.
Prioridades del Gobierno: presupuesto y estabilidad
Desde Moncloa, se ha reafirmado que la moción de confianza es una prerrogativa exclusiva del presidente del Gobierno y que no ven motivos para plantearla. En cambio, destacan que la prioridad actual es negociar con los grupos parlamentarios para aprobar los presupuestos generales del Estado del próximo año. En este contexto, los siete diputados de Junts siguen siendo clave para lograr esta aprobación.
Por su parte, Puigdemont ha señalado que, con esta solicitud, busca que Sánchez rinda cuentas ante el Parlamento y permita un debate sobre el estado actual de la legislatura. Sin embargo, ha aclarado que su petición está separada de un hipotético apoyo a una moción de censura.
Reacciones al rechazo de Sánchez
El rechazo de Sánchez a esta propuesta ha generado diversas reacciones:
- Ángel Víctor Torres, ministro de Política Territorial, afirmó que Sánchez cuenta con la confianza del pueblo español, basándose en “los números” obtenidos en las elecciones.
- Desde la dirección socialista, Enma López, secretaria de Política Económica, pidió calma a Junts y aseguró que el Gobierno y el PSOE cumplen con lo que acuerdan. Por su parte, Lluïsa Moret, portavoz del PSC, calificó la solicitud de Junts como un “error” que genera inestabilidad.
- En la coalición gubernamental, el portavoz de Sumar y ministro de Cultura, Ernest Urtasun, consideró que la propuesta es inoportuna y subrayó la necesidad de centrarse en acuerdos para garantizar los mejores presupuestos posibles.
La oposición y los partidos independentistas opinan
Entre los partidos de la oposición, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, coincidió con Puigdemont al afirmar que Sánchez no es confiable, aunque añadió que esto era evidente “desde el principio” y calificó su investidura como “un gran error”. Según Feijóo, Sánchez solo tiene dos opciones: “seguir cediendo a las exigencias de los separatistas o poner fin a la legislatura”.
Desde Vox, el portavoz José Antonio Fúster calificó la propuesta de Junts como “absurda”, ya que Sánchez no tiene intención de plantear una moción de confianza.
En el ámbito independentista, Oriol Junqueras, de ERC, afirmó que su partido no tiene prisa por facilitar un gobierno del PP con Vox, pero señaló que la legislatura depende de que los socialistas cumplan con sus compromisos. Su compañera de partido, Teresa Jordá, fue más allá al interpretar la propuesta de Junts como un intento de abrir el camino a una moción de censura que podría beneficiar al PP.
Por último, la portavoz de Comuns, Aina Vidal, pidió a Junts que no apoye “el juego de la extrema derecha” con iniciativas de este tipo.