Como una canción que cambia de ritmo sin razón aparente, como un amigo que te ignora sin explicación o como un resumen de partido que se enreda en detalles antes de explicar lo esencial, el Tottenham Hotspur parece incapaz de hacer las cosas de manera sencilla. Este equipo se ha convertido en un enigma, un caos organizado, una llamada de auxilio. ¿Qué está pasando? ¿Quiénes son realmente?
A pesar de todo esto, el equipo de Ange Postecoglou avanzó a las semifinales de la Carabao Cup, añadiendo otro giro a una temporada en la que nadie está seguro de si van bien o no. Gran fútbol en momentos, pero también terribles errores. Tres partidos los separan de un trofeo, pero ocupan el décimo lugar en la Premier League. Dos goles brillantes de Dominic Solanke, pero también dos errores garrafales de Fraser Forster.
Un partido que lo tuvo todo
El encuentro fue como un resumen de todo lo que define al Tottenham. En la primera hora, marcaron tres goles con un fútbol brillante: Dejan Kulusevski y James Maddison fueron imparables, Yves Bissouma mostró solidez en el centro del campo, y Djed Spence y Archie Gray brillaron en posiciones defensivas poco habituales.
Sin embargo, el caos defensivo típico del equipo permitió que el Manchester United volviera al partido sin merecerlo. Después, Son Heung-min anotó directamente desde un córner. Y para no romper la costumbre, el United marcó otro gol en los últimos minutos, dejando el marcador final en un 4-3.
Manchester United: ¿lecciones o preocupaciones?
El United podría intentar sacar aspectos positivos de este partido, atribuyendo los goles del Tottenham a errores individuales y destacando su juego de presión bajo el nuevo entrenador, Rúben Amorim. Pero sería un error ignorar los problemas más profundos.
Amorim, a pesar de su inteligencia táctica, enfrenta una tarea monumental: heredar un equipo desorganizado y lleno de jugadores que no están al nivel necesario. Figuras como Antony, Victor Lindelöf y Jonny Evans siguen en la plantilla, mientras que el portero Altay Bayindir, con contrato hasta 2027, muestra poca seguridad.
El sistema del United sigue en construcción, pero la defensa se ve frágil y desordenada, incapaz de responder a equipos que los obligan a retroceder. Una sola portería a cero en ocho partidos lo dice todo.
El enigma del Tottenham
Por un momento, el Tottenham mostró su mejor versión: dinámico, lleno de combinaciones rápidas y movimientos impredecibles. Kulusevski, Maddison y Son lideraron un ataque fluido donde las posiciones de los jugadores parecían intercambiables. Pedro Porro abrió el marcador con un disparo que Solanke convirtió en gol tras un rebote.
El segundo gol llegó apenas 47 segundos después del inicio del segundo tiempo, con Kulusevski aprovechando un error defensivo del United. Poco después, Solanke marcó el tercero con una jugada individual brillante.
Pero, como es típico del Tottenham, el caos defensivo apareció. Dos errores de Forster le dieron al United la oportunidad de acercarse en el marcador. Primero, un malentendido con Radu Dragusin permitió que Joshua Zirkzee anotara. Luego, Forster falló un despeje que Amad Diallo convirtió en gol.
A pesar de los sustos finales, el Tottenham se aferró a la victoria y mantiene viva la esperanza de ganar su primer trofeo desde 2008. Este equipo, extraño y caótico, sigue sorprendiendo a todos. ¿Será este el año en que rompan su sequía de títulos?